H E R R E R A:
Perteneciente a la familia de los Sparidae,
de costumbres normalmente nocturnas y como la mayoría de ellos hermafroditas proteándricos ( machos en su
nacimiento y hembras al alcanzar una cierta talla), de cuerpo ovalado y con una librea muy característica de su rango batimétrico (*), es decir al ser un pez de poca
profundidad y fondos arenosos, su librea es plateada, pues como sabemos, la librea de los peces la determina su hábitat, es decir, a mayor profundidad su librea es de color rojo-anaranjado y
a menor profundidad la misma es plateada. Está decorada, digamos entre comillas, por 8 o 10 franjas negras que lo recorren transversalmente y que se difuminan al llegar a su vientre.
SU HABITAT:
Es un pez que primordialmente habita fondos de arena y fango, en profundidades comprendidas entre la mismísima orilla hasta los 35 metros de profundidad, donde se congrega en cardúmenes reducidos en su tamaño pequeño – medio y gregarios al alcanzar su tamaño máximo (sobre 1.5 kg.), de costumbres nocturnas como buen espárido que es, pero con la salvedad que de día podemos encontrarlo, sobre todo su tamaño pequeño y es muy lógico, pues la herrera adulta es capaz de “cazar “ a sus mismos alevines ya que los mismos suelen agruparse muy cerca de la orilla y los confunde fácilmente con bancos de camarón.
SU ALIMENTACIÓN
La gran mayoría lombrices, pues ya tenemos su fuente principal de alimentación, también se alimenta de pequeños cangrejos, quisquillas y molusco bivalvos en menor escala, luego sería su comida alternativa. Dependiendo en que zona geográfica nos encontremos habrá predominio de un tipo de lombriz determinado, la más común de todas es la de arena o catalana que aunque es muy fina , es rica en yodo y muy atrayente para los peces, en especial la herrera, también encontramos otros tipos de lombriz y que tras muchos años de estudio el hombre ha conseguido cultivarlas y comercializarlas, es el caso de la lombriz americana, coreana, cordel, etc.., en estado natural, en la playas aun vírgenes, existe un tipo , por llamarlo de alguna manera de “titas” que también degustan los magres o herreras.